Las fechas para el año 2023 de los cursillos prematrimoniales son: desde el lunes 12 de febrero al viernes 16 de febrero a las 20’00 h. en la Casa Parroquial de Haro, C/ Virgen de la Vega 4.
«La alianza matrimonial, por la que el varón y la mujer constituyen entre sí un consorcio de toda la vida, ordenado por su misma índole natural al bien de los cónyuges y a la generación y educación de la prole, fue elevada por Cristo Nuestro Señor a la dignidad de sacramento entre bautizados» (CIC can. 1055, §1)
La sagrada Escritura se abre con el relato de la creación del hombre y de la mujer a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,26- 27) y se cierra con la visión de las «bodas del Cordero» (Ap 19,9; cf. Ap 19, 7). De un extremo a otro la Escritura habla del matrimonio y de su «misterio», de su institución y del sentido que Dios le dio, de su origen y de su fin, de sus realizaciones diversas a lo largo de la historia de la salvación, de sus dificultades nacidas del pecado y de su renovación «en el Señor» (1 Co 7,39) todo ello en la perspectiva de la Nueva Alianza de Cristo y de la Iglesia (cf Ef 5,31-32).
«La íntima comunidad de vida y amor conyugal, está fundada por el Creador y provista de leyes propias. […] El mismo Dios […] es el autor del matrimonio» (GS 48,1). La vocación al matrimonio se inscribe en la naturaleza misma del hombre y de la mujer, según salieron de la mano del Creador. El matrimonio no es una institución puramente humana a pesar de las numerosas variaciones que ha podido sufrir a lo largo de los siglos en las diferentes culturas, estructuras sociales y actitudes espirituales. Estas diversidades no deben hacer olvidar sus rasgos comunes y permanente. A pesar de que la dignidad de esta institución no se trasluzca siempre con la misma claridad (cf GS 47,2), existe en todas las culturas un cierto sentido de la grandeza de la unión matrimonial. «La salvación de la persona y de la sociedad humana y cristiana está estrechamente ligada a la prosperidad de la comunidad conyugal y familiar» (GS 47,1).
Dios que ha creado al hombre por amor, lo ha llamado también al amor, vocación fundamental e innata de todo ser humano. Porque el hombre fue creado a imagen y semejanza de Dios (Gn 1,2), que es Amor (cf 1 Jn 4,8.16). Habiéndolos creado Dios hombre y mujer, el amor mutuo entre ellos se convierte en imagen del amor absoluto e indefectible con que Dios ama al hombre. Este amor es bueno, muy bueno, a los ojos del Creador (cf Gn1,31). Y este amor que Dios bendice es destinado a ser fecundo y a realizarse en la obra común del cuidado de la creación. «Y los bendijo Dios y les dijo: «Sed fecundos y multiplicaos, y llenad la tierra y sometedla»» (Gn 1,28).
La Sagrada escritura afirma que el hombre y la mujer fueron creados el uno para el otro: «No es bueno que el hombre esté solo» (Gn 2, 18). La mujer, «carne de su carne» (cf Gn2, 23), su igual, la criatura más semejante al hombre mismo, le es dada por Dios como un «auxilio» (cf Gn 2, 18), representando así a Dios que es nuestro «auxilio» (cf Sal 121,2). «Por eso deja el hombre a su padre y a su madre y se une a su mujer, y se hacen una sola carne» (cf Gn 2,18-25). Que esto significa una unión indefectible de sus dos vidas, el Señor mismo lo muestra recordando cuál fue «en el principio», el plan del Creador (cf Mt 19, 4): «De manera que ya no son dos sino una sola carne» (Mt 19,6).
Expediente matrimonial
El expediente matrimonial se inicia ordinariamente en la parroquia del domicilio de la novia, y está destinado a que la Iglesia configure y registre adecuadamente el sacramento del matrimonio. En la parroquia de la contrayente le ayudarán a gestionar los documentos necesarios, que varían según la situación de cada persona (cristiano no católico, no bautizado, viudo, residente fuera de España, etc.). La tramitación del expediente matrimonial, en el más breve de los casos dura, al menos, un mes.
Es preceptiva la comunicación al Registro Civil del matrimonio celebrado, dentro de un plazo no superior a los cinco días siguientes a la celebración de la boda.
Documentación necesaria para la boda
- Certificación literal de nacimiento y de estado civil (Registro Civil).
- Partidas de Bautismo (Parroquia en la que se recibió el Bautismo) y Confirmación.
- Certificado de haber hecho el cursillo prematrimonial, mejor entre seis y dos meses antes de la boda.
- Fotocopia del DNI, NIE o PASAPORTE (y, en su caso, certificado de empadronamiento).
- Nombre del sacerdote oficiante (si es ajeno a la Parroquia).
- Expediente matrimonial con Proclamas o dispensa de amonestaciones, juramento de los contrayentes y testigos.
Solicitar una fecha
Para solicitar una fecha es necesario acudir a la Parroquia, al menos uno de los contrayentes y concertar una entrevista personal con el párroco.
Contacta en haro@iglesiaenlarioja.org
CELEBRACIÓN EN SANTO TOMÁS O BASÍLICA DE LA VIRGEN DE LA VEGA
Preparación Litúrgica
La celebración del Matrimonio se ajusta de modo estricto al Ritual del Matrimonio de la Iglesia Católica. Los novios tendrán las entrevistas que sean necesarias con el párroco, para concertar con él los detalles y el desarrollo de la ceremonia. Si el sacerdote celebrante no pertenece a la de la Parroquia, se ha de poner en contacto con nosotros para indicarle las peculiaridades de esta iglesia, de forma que la celebración resulte digna y piadosa.